De todos los seres vivientes que conocemos, la especie Panthera leo, o como normalmente le llamamos, “El León”, es una de las que más nos atrae. Aquí le proporcionamos lo que sabemos de este félido, al cual muchos llaman el “Rey de la Selva”, “Rey de los Animales”, “Rey del Reino Animal”, “Rey de las Bestias”...
Entre los félidos, el León es el más grande después del Tigre de Siberia. Los leones machos alcanzan los 3.3 metros de longitud, incluyendo la cola que puede medir un metro de largo. Logran una altura en los hombros de 1.2 metros y un peso promedio de 180 Kilogramos. Los gigantes dentro de esta especie pueden pesar 270 Kilogramos. Las leonas son un poco más pequeñas, aunque también son bien grandes; de longitud logran los 2.7 metros con una altura de 1.1 metros y un peso máximo de 180 Kilogramos.
Peculiar del León entre los félidos es la melena que les crece a los machos. La abundancia y largo del pelo de la melena varía según la localidad geográfica. En algunas regiones apenas se les distingue, mientras que en otros sitios les crece larga en toda la cabeza y hasta el cuerpo pasado las extremidades delanteras. El color de la melena por lo general es un poco más oscuro que el resto del amarillo pardusco del cuerpo, aunque puede variar desde negro hasta blanco.
La mayor parte de la alimentación del León consiste de mamíferos grandes; cebras, búfalos, antílopes, etc. Aunque también atrapa mamíferos pequeños, aves y reptiles cuando la oportunidad se presenta. No es un animal carroñero. Comúnmente solo come carne fresca; algo que haya matado o logre quitarle a otro depredador. No se especializa (en realidad no indica tener interés particular) en buscar animales en desventaja como viejos, enfermos o recién nacidos, a no ser que el propio león se encuentre en desventaja. Por supuesto, cuando el hambre aprieta o la suerte ayuda, cualquier cosa puede suceder.
Los leones son capaces de matar personas. Algunos adoptan estos hábitos en tiempos de escasez, o cuando son viejos o están enfermos, o cuando las personas invaden el territorio del león. Una vez que un león, o cualquier otro carnívoro grande, establece esta costumbre, usualmente con su primer logro, se convierte en una verdadera amenaza para nosotros porque sólo trata de comer personas. Los seres humanos somos muy lentos (en la persecución, los leones logran alcanzar una velocidad de 58 kilómetros por hora) y nuestra fortaleza no se compara con la de estos animales. Por tanto, somos presa bien fácil de atrapar
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